Amplio apartamento de dos dormitorios con vistas espectaculares al mar, a una distancia a la playa de 130 m Terraza de 17 m2 (8 m. ancho x 2,1 m. profundo), WIFI, Televisión por satélite (canales internacionales incluido TNT francés), Smart TV con internet, garaje privado, espacio exterior privado con comedor semicubierto (mesa de picnic) y barbacoa. Cocina con lavavajillas, grill, vitrocerámica, tostadora, microondas, lavadora, frigorífico, con menaje completo de cocina. Situado 1º planta. Apartamento de 75 metros cuadrados construidos, con capacidad hasta 5 personas, máximo 4 adultos. - 1 dormitorio con 1 cama de 150 x 200 cm - 1 dormitorio con dos camas de 90 x 200 cm - 1 cama adicional plegable - 1 Salón-comedor con cocina (lavavajillas, microondas, tostadora, lavadora) - 1 baño con bañera/ducha - 1 aseo El edificio de tres apartamentos se sitúa en una colina sobre la cala Canyelles Petites, a la cual puedes acceder caminando para disfrutar de la playa, protegida del viento, con 370 metros de longitud y 25 metros de anchura, dispone de arena dorada y fina con aguas cristalinas con fondo marino de arena. La vivienda se encuentra a 130 metros en línea recta del acceso a la playa a través de escaleras o mediante un acceso más cómodo de 500 metros. En nuestro alojamiento disfrutarás de unas vistas espectaculares y un entorno tranquilo orientado especialmente a familias. No se aceptan animales de compañía. El apartamento se encuentra en la cala de Canyelles Petites, con una playa residencial semiurbana que se localiza en la urbanización del mismo nombre, a unos 3 km del núcleo urbano de Roses, siguiendo la carretera que va desde el faro hacia la Almadrava. Es una playa de arena fina y color dorado, con aguas transparentes y de fondo arenoso, de unos 350 metros de largo por unos 25 metros de ancho. Playa que goza de gran éxito entre los bañistas debido a que se encuentra protegida de la tramontana. Esta playa se certificó el año 2003 con un sistema de Calidad ambiental EMAS y ISO 14.001. Enclavada en el corazón de la bahía a la que da nombre, en la provincia de Girona en España, la ciudad de Roses ("Rosas") es una joya de Cataluña. Arrullada por un clima marcado por la tramontana y el aire del mar, la ciudad es el fruto de una historia rica y tumultuosa. Sus orígenes se remontan a las antiguas colonias griegas. Conquistada por los romanos durante la Segunda Guerra Púnica, Roses fue el puerto principal desde la Edad Media en el condado de Empúries. El monasterio de Roses, construido sobre los restos de la antigua ciudad en el más puro estilo románico lombardo, fue construido por los condes en particular. Ya en el siglo XV, la codicia de los piratas y los perpetuos ataques franceses justificaron la construcción de imponentes fortificaciones. El estatus de la ciudad como puerto comercial se ha establecido a lo largo de los siglos y Roses se ha convertido rápidamente en un importante puerto de escala para el comercio con las Islas Baleares, Italia y el norte de África. El centro de la ciudad tiene algunas joyas arquitectónicas como la iglesia neoclásica de Santa María, que fue construida desde finales del siglo XVIII hasta principios del XIX. También hay tres casas de estilo modernista situadas en la Plaça de Catalunya, no muy lejos del ayuntamiento. El Château Trinitat, que data del siglo XVI, destaca por su orgullosa silueta en la punta de la Poncelle. Más allá del patrimonio histórico, el patrimonio natural es el principal atractivo turístico de Roses. El relieve accidentado de la Costa Brava está salpicado de faros que iluminan las calas con sus reflejos cristalinos. Las inmensas playas están equipadas con todas las comodidades modernas sin poner en peligro el carácter salvaje de estas vastas extensiones naturales. En cuanto al mundo submarino, contiene tesoros inestimables a los que se puede acceder abordando uno de los muchos barcos de observación submarina.